Cascadas

Reí al escuchar su incomodidad al aceptarlo. Y con respecto a su pregunta, no pude más que sonreir, mientras jugaba con unas mechitas de mi cabello.

- Carpe Diem- Respondí simplemente, encogiéndome de hombros.- Tengo que estar atenta de todas las situaciones, los sentimientos y las sensaciones... Y aprovecharlas al máximo... Y Disfrutar, disfrutar y disfrutar- Dije radiante- Porque a la larga, eso cuenta a mi favor... Digo, como la aprendiz de adivinadora que soy, tengo que estar más en contacto con todo lo que me rodea...- Suspiré- Y por supuesto... Un poco de Rock no le hace mal a nadie, sobretodo a ti- Dije guiñándole un ojo.- Los libros no siempre lo saben todo...

- ¿Sabes? A pesar de que eres Sly... Eres bastante más agradable que el resto de ellos- Comenté pensativa.

- Si, opino lo mismo- Le contesté, asintiendo levemente- La mayoría de tu casa (Si me permites decirlo), son bastante desagradables... Y si bien, todo Slytherin se jacta de ser soberbio en toda la expresión, y creerse un SemiDios, supongo que eres un caso bastante excepcional...- Lo miré con extrañeza- ¿No dudó el Sombrero en colocarte en otra casa?- Pregunté.

- La verdad es que me imaginé de todas las casas, menos a que estaría en Ravenclaw...- Dije soltando una risilla- Pensé que era alguien lo bastante leal como para estar en Gryffindor, justa como para irme a Hufflepuff, inclusive creí ser lo bastante irritante a veces como para llegar a ser Slytherin- Dije sonriendo avergonzada- Pero Ravenclaw, no calza para nada conmigo... Pues no me considero del todo inteligente...-Dije reflexivamente- Y cuando el sombrero me lo dijo al rozar mi cabeza, casi morí de la impresión...

- Un buen amigo me dijo que no me guiara de las apariencias- Dije ruborizándome levemente. Cómo odiaba que fuera inevitable- Créeme, no soy tan inteligente como piensas...- Dije bajando la mirada abstraída.

- Si, puede contar con ello- Afirmo sonriendole un poco ¿Intimidada?- Espero no ser una decepción... Por si las moscas, no se haga expectativas muy altas mías...

Reí pillada.

- Mejor- Accedí- Te cedo la libertad de cambiar de tema...-Sonreí, tratando inútilmente de bajar el rubor de mis mejillas.

¡Diablos! Si querría que se me subieran los colores a mi piel, lo había logrado de una manera fantástica.
Tomé la rana torpemente y bajé la mirada, tratando de que mi cabello me tapara lo suficiente como para que no se diera cuenta de mi alarmante cambio de color. Aunque ya creía que ya se había dado cuenta desde hacia mucho antes que me percatara de ello.

- Gracias- Musité, levantando la mirada curiosa.- Y pues... ¿Qué quisiera preguntarme?

- Bien...- Dije lentamente, luego que había ya comido un pedazo.- Soy del pequeño condado de Bristol, aquí en Inglaterra... Fui a un Colegio de Hechicería de la zona, y fui una alumna promedio, aunque con cierta facilidad para meterme en problemas...- Dije esbozando una sonrisa culpable.

Traté de que la comisura de mis labios no se curvaran en una gigantezca sonrisa. ¿Había sido mi sensación o noté mucho interés de su parte?

- No... No tengo novio- Contesté con una dulce sonrisa, notando cómo él se reprendía interiormente. Parecía arrepentido por algo.- Creo que no soy el tipo de mujer que a un hombre le gustaría...

- No sé- Dije encogiéndome de hombros- Quizás por mi manera de ser no soy lo suficientemente atractiva para un hombre...- Confesé- O tal vez no soy lo suficientemente bella como para llamar la atención, o qué se yo...- Suspiré- Siempre me pasa que los hombres terminan siendo leales amigos, y nunca sobrepaso los limites....

- ¿A qué te refieres?- Pregunté con voz queda, mirándolo directamente a los ojos.

- En ese caso- Comenté pensativa- Creo que me gustaría saberlo...- Dije, para luego dedicarle una sonrisa.- Ojalá fuera así ¿Sabes? Tengo poca autoestima al respecto- Dije con una suave carcajada.

Me mordí los labios y lo volví a mirar, un poco avergonzada.

- ¿Te puedo confiar un secreto?