Cascadas

Al notar toda su atención en mí, me sentí un poco intimidada. Abrí la boca para contestar, pero no quedó más que en un amago. ¿Porqué él tenía que mirarme de esa forma?

- Eh... No es un gran secreto, la verdad- Dije como para que perdiera interés.

Sonreí, con un poco más de confianza, aunque me recriminé mentalmente el poqué le contaba algo como eso. Suspiré rendida y esperé unos segundos.

- Hum... Yo nunca he tenido un novio...- Confesé muy sonrojada, tratando de mirar hacia cualquier parte posible.- De hecho, nunca he dado ni un beso...-Supuse que mi rostro se había transformado ya, en un tomate, por lo que bajé la mirada muy avergonzada- Vieras lo mucho que me pesa eso... Creo que soy tan ingenua en algunas cosas, que creo que los hombres notan eso y se van...- Dije tiernamente y esperé por lo que me decía.

Sonreí dulcemente. Noté sus esfuerzos como para que levantara un poco el ánimo, o la dignidad, que ya estaba bastante estropeada después de andar abriendo mi bocota diciendo más de lo necesario.

- Gracias...- Sonreí un poco más, mirandole avergonzada.- Supongo que... Te haré caso- Dije, para luego, volver a bajar la mirada, muy timida aún.- ... Bien... Supongo... ehm... Te sugiero que pongas nuevo tema- Le dije, volviendolo a mirar- Creo que las clases y los novios, no son muy buenos temas que tratar conmigo ¿No?- Sonreí culpable. Fue entonces que deteniendome a observarlo bien, lo noté muy guapo. Pensamientos no muy propios de una alumna a un profesor.

Me mordí los labios pensativa ¿Qué podía preguntarle?

- ¿A qué te dedicabas antes de llegar aquí?- Dije aliviada de haber encontrado algo de tema.

Sentí cómo recayó esa mirada en mí, que mis pelos se pusieron de puntas. Tardé un poco antes de ordenar bien las ideas.

- ¿Sabes? Acabo de darme cuenta de algo mágico...- Le comenté con una sonrisa traviesa.

- Que ahora me tuteas- Dije acercandome un poco con una sonrisa- Sabía que no eras tan correcto después de todo...- Y largué una suave carcajada.

- Sólo un poco- Admito, sonriéndole.- Así que... Soy un asunto interesante...- Dije sin evitar sonreir coquetamente.

- Que yo soy bastante bipolar, y que tu eres bastante atrevido... Una situación del todo extraña- Acordé sonriendo.- No creas que soy muy normal... Soy Adivina, generalmente las adivinas carecen de juicio...- Comenté, esperando su reacción.

- En parte, si y en parte, no- Contesté sonriéndole.- Aunque debo confesar, que yo siendo tú, lo tomaría como algo bueno...

- Si, puede que tengas razón- Tercié suavemente, sin dejar de mirarle.- Veo que detrás de tus palabras, siempre hay una intención escondida ¿No?- Dije recordándo las veces pasadas que me había hablado- Me agrada saber que soy "interesante"- Comenté divertida, sonriéndole.

- Pues gracias- Sonreí divertida- Espero ser un poco más interesante que un libro de biblioteca de los que sueles consultar...

- ¿Cómo qué?- Pregunté sonriendo, sin imaginarme lo que diría.